Esta es la historia de un momento donde escribir y vivir podían aún conjugarse sinónimamente. Hay escritores que deciden serlo para enseñarnos un virtuosismo, para enseñarnos una forma de tejer con sílabas, palabras, acústicas o formas de mirar, y hay otros que primero necesitan vivir un grito interior y después de haberlo vivido saben tejer con palabras esa vivencia. Esta es la historia de un Madrid que ya no existe, un Madrid que nació en el cambio de siglo después de la pérdida de una guerra, de unas colonias, de la pérdida de una esperanza, de una forma de entenderse en el mundo. Un Madrid que se empieza a construir con el desastre de Cuba, Filipinas y Puerto Rico y que se desvanecerá con otra guerra, la del 36. Esta también es la historia de la bohemia, de las vanguardias, de la pintura, de la música y de cómo los medios de comunicación de masas llegan a nuestra cultura para no irse jamás. Es la historia de una mirada. La mirada encuentra unas palabras y esas palabras buscan un eco en la vida y la obra de Don Ramón María del Valle-Inclán. Es un diálogo, un diálogo entre ecos, un diálogo fantasmagórico, un diálogo desde las ausencias. Es una reflexión sobre la validez de la literatura para entender la vida. Es la literatura como columna vertebral de una vida. Es un espectáculo que nos tiene que hacer intuir, entender, sintonizar, vibrar, sentir los ecos de una época impresionante, de una época en donde el arte y la vida se daban la mano. Quizá esa época vuelva a estar viva entre nosotros.
En Don Ramón María del Valle-Inclán se produce un doble retrato, el del retratista y el retratado. Viajando hacia la vida, la obra y el alma de Valle Inclán, podemos observar sus herramientas de análisis, sus instrumentos de disección, su canon estético. Así se produce el milagro de la suma estilística y vital de dos creadores literarios esenciales para entender una buena parte de las vanguardias españolas del siglo XX. Muchas han sido las aproximaciones ditirámbicas hacia la figura de Valle, esperpénticas incluso, para hacer honor al género por él bautizado. La obra nos invita a recorrer otro camino, más cercano a la intimidad, a la realidad cotidiana, a la valoración de unos principios éticos a veces ensombrecidos por la distorsión. Nos invita, en fin, a conocer en profundidad los mecanismos creadores de Valle, su compromiso irreductible con su posicionamiento ético en el mundo y cómo todo ello genera una de las obras cumbre de nuestra literatura.
Cuenta Ramón Gómez de la Serna en un encuentro con Luis Bello. “Don Ramón se va a lanzar al esperpento” La primera noticia la tuve por Luis Bello. Yo estaba en aquella temporada creando los <> y el libro estaba por salir en Calpe, cuando un día, al subir por la calle del Prado, me encontré a Luis Bello. <>— <> Creo que el disparaterio es un género que va bien a lo español. >>—Pues Valle-Inclán va a escribir <> Bueno, pues entre disparates y esperpentos, aquí nos han puesto, esta vez para cocinar una nueva propuesta teatral que estamos seguros que los genios de los cafés y cabarets en los que se reunían Gómez de la Serna, Valle-Inclán, Lorca, Alberti, Neville, Pio Baroja, Bueno, Rubén Dario, Sawa, Zuloaga, Azorín, los Machado, Benavente, Ricardo Marín, Penagos, Rusiñol y Romero de Torres entre otros, saldrán de sus lámparas maravillosas para reencontrarse y recrear la noble tarea de la tertulia literaria. Jacinto Bravo y Salvador Aznar vienen trabajando en las artes escénicas desde mediados de los años 70 desempeñando labores en la parte técnica además de ayudantías de dirección y producción hasta que en 1998 deciden empezar a producir espectáculos propios animados por Adolfo Marsillach y Mercedes Lezcano. Mujeres de Mercè Rodoreda, Otoño en Familia de James Saunders, Danza Macabra de Strindberg, Conversación con Primo Levi de Ferdinando Camon y Extraño Anuncio de Adolfo Marsillach son sus inicios en la producción, todos bajo la dirección de Mercedes Lezcano., Un Picasso de Jeffrey Hatcher y Yo soy Don Quijote de la Mancha de José Ramón Fernández son otras de nuestras producciones. Más recientemente, Caminando con Antonio Machado de José Sacristán y Muñeca de Porcelana de David Mamet son nuestros últimos trabajos. También hemos organizado giras para otras compañías como Nueva Comedia, Ur Teatro, y Pérez de la Fuente Producciones entre otras y ha participado en diversos festivales. Yo soy Don Quijote de La Mancha se estrenó en el Festival de el Teatro Clásico de Almagro. Otros festivales en los que ha participado son, Olmedo, Niebla, San Javier, etc.